PASO 7: Definir el Problema

08.12.2014 22:15

Una de las características históricas más perceptibles del capitalismo como sistema económico y en tanto que conjunto articulado de procesos de civilización, es su inestabilidad. A lo largo de los siglos, ha probado tener una enorme capacidad para lidiar con la incertidumbre, la recurrencia, la circularidad y, al mismo tiempo, ha sabido producir y reproducir los mecanismos más acerados de su existencia, como lo son la acumulación de riqueza, la explotación de la fuerza de trabajo, la depredación y una excepcional capacidad de reinvención ideológica cada vez que se encuentra frente a frente con un estado sorpresivo de crisis. Las dificultades, por otra, parte que presenta una teoría general de la crisis y del ciclo económico vienen derivadas de la conocida Ley de Say, según la cual cada oferta crea su propia demanda; de esta manera cualquier crisis se ve simplemente como una perturbación temporal del ciclo productivo, y no como un componente estructural de la naturaleza histórica del sistema. El ciclo económico, por su lado, adquiere estatura teórica con Marx, como hemos anotado, quien tempranamente en el siglo XIX describiría su comportamiento decenal, y la naturaleza estructural de los desplomes recurrentes del sistema. Su periodicidad decenal también ya había sido intuida por Marx, era posible establecer ciclos económicos con una periodicidad aproximada de entre 7 y 12 años.

La crisis iniciada en el 2008 ha sido señalada por algunos especialistas internacionales como ``la crisis de los países desarrollados’’ ya que las consecuencias se pudieron observar principalmente en los países capitalistas desarrollados. Los Estados Unidos, la economía más grande del mundo, entraron en 2008 en una grave crisis crediticia e hipotecaria qué afecto a la burbuja inmobiliaria que venían padeciendo, así como un valor del dólar anormalmente bajo. El estallido de esta crisis económica  de 2008 puede fijarse oficialmente en agosto de 2007, cuando los bancos centrales tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez al sistema bancario. Tras meses de debilidad y pérdida de empleos, el fenómeno colapso, causando la quiebra de medio centenar de bancos, y entidades financieras. Esto arrastro a los valores bursátiles y la capacidad de consumo y ahorro de la población. Los efectos de la crisis económica internacional se sintieron en México sobre las principales variables macroeconómicas: la inflación aumentó considerablemente por arriba de la meta fijada, el peso perdió el 40% de su valor frente al dólar en los meses siguientes a la crisis y la tasa de crecimiento de la economía mexicana se vio seriamente afectada a la baja. Por su parte, los flujos de capital a las economías emergentes se contrajeron de manera pronunciada, afectando los tipos de cambio y los mercados accionarios. En cuanto a la entrada de divisas por concepto de remesas, ésta se redujo sustancialmente, así como las correspondientes al turismo y al petróleo. Las remesas se redujeron hasta en un 36% al inicio de la crisis. También, ante las perspectivas de una recesión mundial, el precio internacional del petróleo se redujo considerablemente, pasando de 145 dólares a 45 dólares el barril de crudo. Igualmente, como efecto de la caída en actividad productiva, la entrada de la inversión extranjera directa se vio reducida sustancialmente. Estos rubros, junto con el turismo, constituyen los flujos de entrada más importantes de divisas a México.

 Sentimos la crisis en cuanto visitamos el supermercado, cuando nos pagan el mismo salario durante años y cada vez compramos menos alimentos, se nos hace más difícil que los hijos puedan estudiar, que podamos atender debidamente nuestras deudas. Entre tanto los patronos, los políticos a sueldo y los ideólogos gratuitos de la prensa argumentan que el problema es que los trabajadores, los educadores, los estudiantes, no quieren hacer sus deberes, simplemente, porque son una bola de holgazanes, los sindicatos son la guarida de los corruptos y las huelgas la expresión de un inconformismo irracional y sin sentido.

A continuación  analizaremos los efectos de la crisis financiera sobre el proceso de globalización, el desencadenamiento y la propagación de la crisis económica, se analizaran los orígenes de esta crisis financiera internacional, destacando la inestabilidad del sistema financiero como causa central. Si bien la política monetaria de comienzos de la  primera década de este siglo,  pudo haber ayudado a formar la burbuja inmobiliaria, está lejos de haber sido el factor determinante. Además se argumenta que la función de controlar el incremento excesivo del precio  de los activos le corresponde más bien a la política de regulación que a la tasa de interés. Así mismo se debieron adoptar las políticas económicas  de los países desarrollados, se analizan los efectos de la crisis internacional  en la cuenta corriente de los países de la región  y las dificultades para aplicar políticas. La globalización como fenómeno social y económico  no es algo nuevo. Por esto al referirnos a los efectos de la crisis entorno a la globalización económica debemos limitarnos a reflexionar sobre el posible cambio de ritmo y forma de este proceso.

Delgado Miranda Kevin

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